Las amigas curan

Fuí,estuve y volví.Todo fenomenal.¡Un diez para el alumnado!.Hoy ha caido en mis manos un estudio publicado por la universidad de los Angeles en California,sobre el valor de la amistad entre mujeres ,y como me ratifica en muchas cosas que pienso,escribo sobre ello.Dice:la amistad entre mujeres es sanísima y charlar con una buena amiga te regala tanta salud como seguir al pie de la letra la famosa dieta mediterranea.Tener amigas contribuye al fortalecimiento de la identidad,remanso donde volcar nuestros problemas emocionales y nos recuerdan quiénes y cómo somos realmente.Una charla con una amiga consigue liberar el estrés y provoca un efecto calmante.Reduce la presión arterial y mejora nuestro ritmo cardíaco.Por tanto nos ayuda a vivir más años...Es por todo esto y por muchas cosas más que pido por mis amigas todos los días!
3 Comments:
At 2:14 a. m.,
Karola said…
Bienvenida!! Me alegro lo pasases fenomenal y te sirviese para relajarte y liberar tensión, de vez en cuando necesitamos cargar energías.. Un saludo
At 1:28 p. m.,
Anónimo said…
Pues ya puedes seguir pidiendo que falta nos hace. En cualquier caso, ya sabes que quien da, recibe y, quien recibe,es porque da. Cuando se abre un camino, es siempre de doble dirección. Por eso, gracias también a tí.
At 8:00 a. m.,
Kike said…
¡Hombre! Yo opino igual de la amistad, en serio que es un refugio para el alma... para la vida en general, pues no solo ejercitas el espíritu; también el estómago de tanto reír, y los músculos faciales de tanto sonreír :-)
Antoine de Sait-Exupery tiene unas palabras lindísimas, que de vez en cuando cito cuando doy charlas a jóvenes sobre la amistad o sobre Cristo:
"[Amigo,] En tu casa puedo entrar sin vestirme con un uniforme [...] sin renunciar a nada de mi patria interior. Junto a ti no tengo ya que disculparme, no tengo que defenderme, no tengo que probar nada. [...] Yo[,] que como todos experimento la necesidad de ser reconocido, me siento puro en ti y voy hacia ti. Tengo necesidad de ir allín donde soy puro. [...] Te estoy agradecido porque me recibes tal como soy. ¿Qué he de hacer con un amigo que me juzga? Si recibo a un amigo a mi mesa, le ruego que se siente, si renquea, pero no le pido que baile. || Amigo, tengo necesidad de ti como
de una cumbre donde se puede respirar".
(Antoine de Saint-Exupéry. _Carta a un rehén._ Trad. de Susana Saavedra y Marco A. Galmarini. Versión castellana de la 139° ed. francesa. Buenos Aires: Goncourt, 1967, pp. 65-67).
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