gioconda

domingo, marzo 05, 2006

¿POR QUÉ?

Todos más o menos pronto sufrimos.En un mundo donde se nos invita al hedonismo,al vivir el momento sin importarnos el mañana, me vienen a la cabeza mil preguntas sin respuesta ¿qué sentido tiene el dolor?¿por qué tenemos que sufrir?¿por qué las personas que queremos se marchan de nuestro lado?¿por qué tengo problemas?¿por qué le doy tantas vueltas a las cosas?¿por qué no puedo decir a alguien te quiero?¿por qué no podemos seguir lo que nos dicta el corazón?¿por qué actuamos contra corriente?...y mil cosas más que podría poner.Eso si ,esto ya sé que no es único en mi.El ser humano es una pregunta que busca respuesta,pero cuándo llega?

5 Comments:

  • At 12:53 p. m., Anonymous Anónimo said…

    "Espíritu Santo, por tu misteriosa presencia en nosotros, quieres traer a cada uno de nosotros una curación para el alma. Y por ello, tú nos liberas de lo que oscurece nuestro camino".

     
  • At 1:10 p. m., Anonymous Anónimo said…

    Al abrir el Evangelio, cada uno puede decirse: estas palabras de Jesús son un poco como una carta muy antigua que me fuera escrita en una lengua desconocida; puesto que me está dirigida por alguien que me ama, intento comprender el sentido de ella, y enseguida pondré en práctica en mi vida lo poco que comprenderé de ella…
    No son los amplios conocimientos lo que importa en un comienzo. Éstos tendrán su gran valor. Pero es a través del corazón, en las profundidades de sí mismo, que el ser humano comienza a comprender el Misterio de la Fe. Los conocimientos llegarán más tarde. No se nos da todo de una vez. Una vida interior se elabora paso a paso. Hoy más que ayer, nos adentramos en la fe avanzando por etapas.
    En lo más profundo de la condición humana descansa la espera de una presencia, el silencioso deseo de una comunión. Nunca lo olvidemos, ese simple deseo de Dios es ya el comienzo de la fe.
    Además, nadie llega a comprenderlo todo el Evangelio por sí solo. Cada uno puede decirse: en esta comunión única que es la Iglesia, lo que no comprendo de la fe, otros lo comprenden y viven de ello. No me apoyo únicamente en mi fe, sino en la fe de los cristianos de todos los tiempos, la fe de aquellos que nos han precedido, desde la Virgen María y los apóstoles hasta los de hoy en día. Y día tras día me dispongo interiormente a poner mi confianza en el Misterio de la Fe.
    Y es así como la fe, la confianza en Dios, se muestra como una realidad muy sencilla, tan sencilla que todos podrían acogerla. La fe es como un impulso vuelto a tomar mil veces a lo largo de la existencia y hasta el último soplo.

    Hermano Roger, de Taizé

     
  • At 1:37 p. m., Anonymous Anónimo said…

    La fe es una confianza muy sencilla en Dios, un impulso de confianza indispensable, retomada sin cesar en el transcurso de la vida.
    En cada uno, puede haber dudas. No tienen nada de inquietante. Quisiéramos, sobre todo, escuchar el susurro de Cristo en nuestros corazones: «¿Tienes dudas? No te inquietes, el Espíritu Santo permanece siempre en ti. »
    Hay quien ha hecho este descubrimiento sorprendente: el amor de Dios puede florecer también en un corazón tocado por las dudas.

     
  • At 2:31 a. m., Blogger gioconda said…

    Agradezco los textos que me habeís puesto.Los reflexiono.Gracias

     
  • At 6:18 p. m., Blogger Maqui & Violetas said…

    Es parte de ser persona el preguntarse esas cosas, pero uno se hace daño cuando se pregunta tantas veces tantas cosas que jamás se podrá responder, es auto-tortura, creo yo. Algunas de las cosas que dijiste se pueden cambiar: como poder decir "te quiero", pero hay otras que no tienen una explicación humanamente comprensible no más.
    Saludos,

     

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